1.- La posesión: concepto y clases.

La posesión es un concepto jurídico que se refiere al ejercicio de un poder sobre una cosa o un derecho. Este poder debe ser ejercido de manera pacífica, continua y pública, con la intención de actuar como dueño o titular del bien o derecho.

La posesión tiene una gran importancia en el derecho, ya que puede generar efectos jurídicos como la prescripción adquisitiva, que permite adquirir la propiedad de una cosa por el transcurso del tiempo.

Concepto de posesión

El Código Civil español define la posesión como "la tenencia de una cosa o del disfrute de un derecho por una persona, con la intención de actuar como dueño o titular de ella" (art. 430).

Por lo tanto, la posesión requiere de dos elementos:

Un elemento material: la tenencia de la cosa o el disfrute del derecho.
Un elemento intencional: la intención de actuar como dueño o titular de la cosa o el derecho.
Clases de posesión

La posesión puede clasificarse de diversas maneras. Una de las clasificaciones más importantes es la que distingue entre posesión natural y posesión civil.

Posesión natural

La posesión natural es la tenencia de una cosa o el disfrute de un derecho por una persona, sin la intención de actuar como dueño o titular de ella.

Por ejemplo, un inquilino que vive en una vivienda es poseedor natural de la misma, ya que tiene la tenencia de la vivienda, pero no tiene la intención de actuar como dueño de la misma.

Posesión civil

La posesión civil es la tenencia de una cosa o el disfrute de un derecho por una persona, con la intención de actuar como dueño o titular de ella.

Por ejemplo, el propietario de un inmueble es poseedor civil del mismo, ya que tiene la tenencia del inmueble y la intención de actuar como dueño del mismo.

Otras clases de posesión

Además de la posesión natural y la posesión civil, la posesión también puede clasificarse de acuerdo a otros criterios, como:

Posesión en concepto de dueño: la que ejerce el dueño de la cosa o aquel que tiene motivos suficientes para creerse dueño.
Posesión en concepto distinto de dueño: la que ejerce un no dueño.
Posesión viciosa: la que se adquiere o ejerce con violencia, clandestinidad o por error.
Posesión no viciosa: la que se adquiere o ejerce de forma pacífica, continua y pública.
Efectos jurídicos de la posesión

La posesión puede generar diversos efectos jurídicos, como:

La prescripción adquisitiva: permite adquirir la propiedad de una cosa por el transcurso del tiempo.
La usucapión mobiliaria: permite adquirir la propiedad de bienes muebles por el transcurso del tiempo.
La usucapión inmobiliaria: permite adquirir la propiedad de bienes inmuebles por el transcurso del tiempo.
La protección de la posesión: el poseedor tiene derecho a ser protegido contra los actos que perturben su posesión.

2.- Adquisición, conservación y pérdida.

Adquisición de la posesión

La posesión se puede adquirir de diversas maneras. Las principales formas de adquisición de la posesión son las siguientes:

Por ocupación: se adquiere la posesión de una cosa que no tiene dueño. Por ejemplo, si alguien encuentra un objeto perdido, adquiere la posesión del mismo por ocupación.
Por tradición: se adquiere la posesión de una cosa de manos de su anterior poseedor. Por ejemplo, si alguien compra un coche, adquiere la posesión del mismo por tradición.
Por prescripción adquisitiva: se adquiere la propiedad de una cosa por el transcurso del tiempo.
Conservación de la posesión

La posesión se conserva por el ejercicio continuado del poder sobre la cosa o el derecho. El poseedor debe seguir manteniendo los elementos de la posesión, es decir, la tenencia y la intención de actuar como dueño o titular.

Pérdida de la posesión

La posesión se pierde cuando se deja de ejercer el poder sobre la cosa o el derecho. La pérdida de la posesión puede producirse por diversos motivos, como:

Por abandono: el poseedor deja de ejercer el poder sobre la cosa o el derecho de forma voluntaria.
Por despojo: el poseedor es privado del poder sobre la cosa o el derecho por un tercero.
Por renuncia: el poseedor renuncia a su posesión de forma voluntaria.
Efectos de la pérdida de la posesión

La pérdida de la posesión puede tener diversos efectos jurídicos, como:

La pérdida de los derechos derivados de la posesión: por ejemplo, el poseedor que pierde la posesión pierde el derecho a adquirir la propiedad por prescripción adquisitiva.
La posibilidad de que el nuevo poseedor adquiera la posesión: el nuevo poseedor puede adquirir la posesión de la cosa o el derecho si reúne los requisitos necesarios.

3.- Efectos durante el ejercicio de la posesión y al cesar en la misma.

Durante el ejercicio de la posesión

La posesión tiene una serie de efectos durante el ejercicio de la misma. Estos efectos pueden ser:

Presunción de titularidad: se presume que el poseedor es el titular de la cosa o el derecho que posee.
Protección posesoria: el poseedor tiene derecho a ser protegido contra los actos que perturben su posesión.
Adquisición de los frutos: el poseedor tiene derecho a los frutos que produzca la cosa que posee.
Adquisición a non domino: el poseedor puede adquirir la propiedad de la cosa que posee si cumple los requisitos de la prescripción adquisitiva.
Al cesar en la posesión

La pérdida de la posesión también puede tener efectos jurídicos. Estos efectos pueden ser:

Pérdida de los derechos derivados de la posesión: por ejemplo, el poseedor que pierde la posesión pierde el derecho a adquirir la propiedad por prescripción adquisitiva.
Posibilidad de que el nuevo poseedor adquiera la posesión: el nuevo poseedor puede adquirir la posesión de la cosa o el derecho si reúne los requisitos necesarios.
Efectos específicos de la posesión civil

La posesión civil tiene una serie de efectos específicos que no se aplican a la posesión natural. Estos efectos son:

Adquisición de los frutos civiles: el poseedor civil tiene derecho a los frutos civiles que produzca la cosa que posee.
Responsabilidad por los daños causados a la cosa: el poseedor civil es responsable de los daños causados a la cosa que posee, salvo que los daños se deban a un caso fortuito o fuerza mayor.

4.- La tutela de la posesión.


La tutela de la posesión es un conjunto de normas jurídicas que tienen por objeto proteger la posesión de los bienes y derechos. Esta tutela tiene como finalidad garantizar la seguridad jurídica y el derecho a la propiedad.

La tutela de la posesión se puede dividir en dos grandes grupos: la tutela preventiva y la tutela restitutoria.

La tutela preventiva tiene por objeto evitar que se perturbe o se despoje a un poseedor de su posesión. Los medios de tutela preventiva son las acciones interdictales, que son acciones judiciales que se interponen para impedir que se produzca una perturbación o un despojo.

La tutela restitutoria tiene por objeto restituir a un poseedor en su posesión cuando ha sido perturbado o despojado de la misma. Los medios de tutela restitutoria son las acciones posesorias, que son acciones judiciales que se interponen para recuperar la posesión.

Interdictos

Los interdictos son acciones judiciales que se interponen para impedir que se produzca una perturbación o un despojo de la posesión. Los interdictos pueden ser de dos tipos:

Interdictos de retener: tienen por objeto impedir que se perturbe la posesión.
Interdictos de recobrar: tienen por objeto impedir que se despoje de la posesión.
Los interdictos son procedimientos judiciales rápidos y sencillos, que tienen como finalidad evitar que se produzcan daños irreparables a la posesión.

Acciones posesorias

Las acciones posesorias son acciones judiciales que se interponen para recuperar la posesión cuando ha sido perturbado o despojado de la misma. Las acciones posesorias pueden ser de dos tipos:

Acciones posesorias ordinarias: pueden interponerse por cualquier poseedor, independientemente de la causa de su posesión.
Acciones posesorias especiales: pueden interponerse por los poseedores que tienen un título legítimo para poseer.
Las acciones posesorias son procedimientos judiciales más complejos que los interdictos, pero ofrecen una protección más completa al poseedor.

Importancia de la tutela de la posesión

La tutela de la posesión es un elemento fundamental del ordenamiento jurídico. Esta tutela tiene como finalidad garantizar la seguridad jurídica y el derecho a la propiedad.

La tutela de la posesión es importante para los poseedores, ya que les permite protegerse de los actos que perturben o despojen su posesión. También es importante para los terceros, ya que les permite tener certeza sobre la situación jurídica de los bienes y derechos.