Hace muchos años en un pueblo de España cogieron a un mono y lo metieron en una jaula. Pusieron en el parque de los columpios la jaula con el mono dentro y en la parte de arriba metieron un cartel que decía: no metáis el dedo que el mono os lo va a morder. Ese mismo día se formó una cola por los vecinos que probaban a meter el dedo entre los barrotes para ver si el mono se lo mordía. Al principio el mono pasaba porque estaba todo el rato venga hacerse pajas pero un día se le hincharon los cojones y le mordió el índice al más capullo de los vecinos que por cierto era del PP. Y entonces se fueron todos con una pancarta a protestar contra el Alcalde a quien hacían responsable de tales peligro y calamidad pública. El Alcalde que los vio venir les dijo “ un alcalde tiene la obligación de escuchar la voz del pueblo que para eso le ha votado y estamos en una democracia así que designen entre ustedes un representante que sin ningún problema y con el mejor talante buscaremos una solución desde el diálogo “ Entonces las turbas de la pancarta le lanzaron un huevo podrido y se largaron dejando sólo al capullo al que había mordido el mono que como era imbécil pues va y se le ocurre pedir una indemnización justa por daños morales Ven que te voy a indemnizar por daños morales Y entonces cogió el Alcalde y le dio por culo.
Moraleja: la democracia no es una piruleta.