Desde luego no es la solución definitiva pero constituye un poderoso elemento auxiliar que me ha resultado útil en más de una ocasión.

Si alguien conoce algo de la historia de Alcoy o en general de la cultura íbera habrá oído hablar de los Plomos de la Serreta. Se trata de pequeñas láminas de plomo en las que figuran inscripciones escritas con caracteres jónicos. Durante largo tiempo el significado de tales inscripciones ha permanecido oculto y posiblemente éste todavía no está claro pues subsisten opiniones discrepantes respecto de la excelente labor interpretativa realizada por Román del Cerro. Interpretación conforme a la cual de lo que allí se trata es de la ofrenda de los pueblos a una desconocida diosa madre. Los plomos se encontraron junto con otras piezas de la cultura íbera: cerámica, falcatas, exvotos,… Elementos estos últimos – los exvotos – de los que se desprende la naturaleza mágico religiosa del lugar el cual, por ello, es conocido como el Santuario de la Serreta.

Cuando uno era más joven acudía con relativa frecuencia a estos y otros lugares de la Contestania ibérica. En una de tantas excursiones perdí la cartera así como mi bloc de notas y el bolígrafo que estaba enganchado en la espiral de éste. Después de buscar un cierto tiempo, y como no la encontraba, supuse que los había dejado en casa. Pero al llegar a mi casa no los encontré. Tras anular las tarjetas y renovar el DNI olvidé el asunto. Esto sucedió en noviembre de 1989.

Tres meses más tarde, en febrero de 1990, encontré la cartera y el bolígrafo. Faltaban el bloc al que estaba enganchado y la capucha. Posiblemente las lluvias los habían trasladado de lugar o posiblemente se trató de otra cosa. Nunca lo sabré. El caso es que seis días más tarde superé mi primera oposición (Mozo Subalterno de Hacienda) cumplimentando el segundo test precisamente con aquel bolígrafo perdido y recuperado.

El elemento votivo en la desconocida religión de los pueblos íberos pudo encontrar asiento en lo subjetivo o bien pudo traer causa de emanaciones telúricas en Los Lugares las cuales resultan inaprensibles para nuestra razón (lo que no obsta su existencia). Inconscientemente (tal vez) la diosa madre percibió en mi bloc de notas el escrito de una ofrenda y en el bolígrafo un exvoto cuya consagración en el texto se pedía. La hipótesis puede aparecer descabellada sin embargo,… ¿existe algún planteamiento científico que explique porqué he superado bastantes más oposiciones que el resto de personas que conozco? ¿Acaso quienes suspendieron y suspenden no han estudiado tanto o más que yo?

A causa de las mudanzas ocasionadas por mi boda (pocos días después de obtener el número 1 en las pruebas a Administrativo del Servicio Valenciano de Salud) perdí el bolígrafo consagrado. Desde entonces no volví a superar la prueba de ninguna oposición. En 2005 (el año pasado) volví a Los Lugares (el santuario de la Serreta) y dejé en el mismo lugar en donde se produjo El Hallazgo una caja con varios bolígrafos y lapiceros del número 2. Y es curioso como este año con Uno de esos bolígrafos (el Santo Primigenio) he superado los exámenes de Ayudantes Tributarios SUMA y de Técnicos de la Generalitat Valenciana.