En el Siglo II de nuestra Era afirmaba Tertuliano "prorsus est credibile, quia ineptum est", que se puede traducir por: "se cree precisamente, porque es absurdo". Semejante afirmación por fuerza está llamada a suscitar rechazo y burla en una mente racional como históricamente así ha sucedido y el que hoy en día dijera algo así como mínimo quedaría por tonto.
Siglos después el físico austríaco Erwin Schrödinger expone su interpretación de la mecánica cuántica con el experimento del gato de Schrödinger o paradoja de Schrödinger. El célebre gato que está vivo y está muerto al mismo tiempo Mientras que en la descripción clásica del sistema el gato estará vivo o muerto antes de que abramos la caja y comprobemos su estado, en la mecánica cuántica el sistema se encuentra en una superposición de los estados posibles hasta que interviene el observador, lo que no puede ser posible por el simple uso de la lógica. Rechazando así como inevitable el uso de la lógica se admite de plano la incomprensión, la irracionalidad, el absurdo como situación desde la que se afronta el conocimiento. Algo que como hemos visto en Tertuliano sólo puede solventarse a través de la fe.