autor.: cejuanjo
Remitido el 16-05-13 a las 08:50:03 :: 2602 lecturas
Los problemas se pueden dividir en varias clases de grupos. Dentro de esta diversidad hoy vamos a fijar nuestra atención en la que distingue entre los problemas infructuosos y los problemas fructífero. Decimos que un problema es infructuoso cuando nos viene dado por las circunstancias o por nosotros mismos comportando el desarrollo de un comportamiento activo u omisivo para su solución. A su vez consideramos un problema fructífero a) cuando el asunto de que trae causa en realidad no existe y b) cuando existe un elemento subjetivo que al plantear el problema aparece simultáneamente como el agente solventador del mismo. Un ejemplo ilustrativo de problema fructífero nos lo proporciona la idea de Gobierno. En el complejo entramado de valores cívicos en que nos hemos educado se parte de la premisa del caos social. El hombre es un lobo para el hombre como dijo Hobbes [afirmación que no se encuentra ni histórica ni antropológicamente demostrada]. Para evitar el caos hace falta que alguien mande. Alguien que es el Gobierno. Pues bien. Imaginemos que un día se demuestra que lo del caos es falso. ¿Creemos que por ello de existir el Gobierno? Pues no. Cuando entre el problema y la solución existe una relación de tan estrecha dependencia que la una sin el otro no puede explicarse y a la inversa la solución (el Gobierno) se convierte en el problema (el Caos) Y al revés.
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