Un opositor santanderino ha aumentado su pulsión sexual después de examinarse para operario de servicios múltiples. Un médico ha determinado que su nueva conducta sexual podría deberse a un síndrome de excitación sexual persistente.

Rosendo G. H. necesita doce sesiones de sexo diarias desde que participó en un concurso oposición para cubrir una plaza de operario de servicios múltiples organizado por un Ayuntamiento de Cantabria. Pese a quedar el primero en la fase de oposición con un 9,47 Rosendo se vió privado de la plaza por carecer de méritos a aportar en la fase de concurso. Ahora se declara adicto al sexo.

Debido a su traspiés incluso la más leve alusión a cualquier proceso selectivo, le produce excitación, según informa la prensa digital. El ha reconocido que aunque los episodios de excitación comenzaron como una pequeña punzada en el bajo vientre que se iba extendiendo por el resto de su cuerpo, a veces el temblor deriva en una soberana erección que tiene por fuerza que mitigar.

Un médico le ha diagnosticado que su adicción se trata de un síndrome de excitación sexual persistente debido a algún nervio dañado. Rosendo, de 24 años, ha dicho: "no hay aún cura sólo tengo que tratar de controlar mi pasión respirando profundamente. Sin embargo lo que está claro es que así – añade señalando lo que se yergue en su entrepierna – no puedo concentrarme en mis osopiciones."