autor.: cejuanjo
Remitido el 17-05-13 a las 08:38:03 :: 2265 lecturas
Algo parecido sucede con el cartero. Cuando llama al timbre también estás en el aseo o en otro lugar desde el que te resulta incómodo salir a abrir la puerta. Cuando le abres la puerta resulta que a ti no te trae ninguna carta, que son para un vecino que no le ha abierto. Y si algún día te llega un envío postal es un extracto del banco. ¿Qué le pasa al mundo? ¿Quién se han creído que son y – sobre todo – quién se han creído que eres tú? ¿Acaso no recuerdas las veces que has instado ante un capitoste administrativo e inclusive ante un engreído chupatintas sin recibir más que largas? Que si está reunido, que si hoy no puede ser, que si vuelva usted mañana … El mundo se ha mostrado inasequible a tus súplicas mientras tú te sigues afanando en un asimétrico afán de servicio que trae consigo incluso que dejes de cagar para ver quien cojones te está llamando por teléfono. Que les den por culo. Ni cojas el teléfono ni abras cuando llamen al timbre. Que muerda el polvo ese vecino que se esconde y que tiene el buzón lleno de cartas.
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