En el marco incomparable del fasto que celebran este finde el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha anunciado su intención de pedir al Congreso de los Diputados que revise el sistema de compensación de pensiones de los senadores y diputados. Audaz proclama que subordina la tranquilidad económica de las vejeses de nuestros padres de la patria a los superiores intereses de España, la crisis y la madre que lo parió. El comunicado de Mariano acontece un mes después de que el seu partit rugiese y chillara en la Cámara Baja contra quienes criticaban el complemento del que ahora abomina. ¿Qué ha pasado en este mes? ¿Que evento ha susesido que ha hecho cambiar al líder de la oposición formal (y líder dels llepons de Aznar en lo sustancial)?

En un contexto programático donde Mayor Oreja acusa al PSOE de abrazar "la cultura de la muerte" (y no nos olvidamos que este señor dijo que si ganaba las europeas iba a reducir el paro a la mitás) o en el que se erige como bastión del tarro de las esencias el iberdrólico Aznar la demagogia de Mariano encuentra un fundamento explicativo inversamente proporcional a las ventajas que está llamado a encontrar este país si gana esta gente.

Pues eso, país.