Hoy hemos leído que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo, durante una intervención en una cadena de radio y televisión desde una barriada caraqueña en la que celebraba el Día Mundial del Agua, que no sería extraño que en el planeta Marte hubiera existido vida y que el sistema capitalista y el imperialismo hubieran acabado con ella.

Esto que ha dicho este señor es bueno tenerlo en cuenta a la hora de determinar el rasero con que medimos las sandeces que dicen nuestros políticos españoles. Y en este sentido hemos de enorgullecernos de contar con una clase política que no recurre [aún] a la imputación al adversario del exterminio de seres de otros cuerpos celestes. Disfrutemos pues del mal conocido conjurando los negros porvenires que advendrían si algun día un tarugo patrio nos saliera por televisión con similar historia. Bastenos circunscribir lo risible autóctono a lo de la consejal Botella de Madrís (y señora de Aznar) con lo de las gaviotas reidoras. Que da más risa (valga la redundancia)