... resulta que blindaron su futuro con millones de euros.

Vemos a la Justicia independiente y no sometida a más imperio que el de la ley desplomar su peso encorbatado sobre la humilde purria deshauciada que no sabe donde va a vivir por culpa de un capitalismo salvaje mientras tras los visillos algún miembro de algún consejo de administración de alguna entidad rescatada contempla el espectáculo como indecente voyeur. Seguro que se empalma viendo como con todo rigor se echa a la calle a niños de diez años mientras permanecen en una balsa de aceite los sueldos y las indemnizaciones millonarias con que zanjó sus vínculos directivos.

Y ahora que venga la Cospedales y suelte un discurso. Recollons.