Inmediatamente después de conocidas las cifras de los sondeos a pie de urna nuestro equipo de redacción se pone manos a la obra para emitir una primera valoración del sufragio.

Evidentemente el cantado éxito del Mariano ha visto la luz y el PP se ha alzado con la mayoría absoluta. Una mayoría absoluta que es sustancialmente idéntica a la que entronizó a Aznar hace algunos años y que dista más de uno y más de dos dígitos de los doscientos del cambio de la Felipa allá en el 82. Es una mayoría útil para gobernar sin tener que pasar bajo las horcas caudinas del separatismo catalán (que tanto ha dado por culo al ya finiquitado José Luis) pero no es una mayoría tipo rodillo que permita los tres quintos que se requieren para renovar "ad usum delphini" los órganos constitucionales más relevantes del Estado - CGPJ, Tribunal Constitucional, ...-. O sea que bajo este punto de vista podía haber sido peor, intereconómicamente peor, y no lo ha sido.

En segundo lugar el PSOE ha sufrido un descalabro de narices pero no se ha ido a tomar por culo. Rubalcaba no ha sido Landelino Lavilla. El que tiene años me entiende. No entramos pues en un proceso de descomposición del socialismo español sino en un proceso de recomposición de la izquierda desde nuevas premisas, proceso en el que desde luego el PSOE esta llamado a tener un papel protagonista pero menos. En este sentido lo más importante es el ascenso de IU - de lo de Rosa no hablamos -, un ascenso que abunda en la idea de que un importante sector de la ciudadanía quiere un gobierno de izquierda. O tal como ahora está el patio una oposición de izquierda desde la izquierda.

Pues nada, chavales, esto es lo que hay y a ver que hacer ahora con la Merkel y el Sarkozy estas buenas gentes. Servidor, como le ha dicho a Interino en otro hilo, s en va a ferse un servesot.