La alerta justificativa de este nuevo boceto reflexivo - esbozo de una necesaria reflexión filosófica de mayor alcance para la que nos faltan fuerzas - nos la ha dado alguno de los últimos mensajes que han aparecido en nuestros Foros. Mensajes ubicados en dos ámbitos foreros básicos: primero el ámbito de la turba que avanza desesperada hacia las osopiciones de Corredos y segundo el ámbito de las madres solteras que parece que entren aquí esperando que les demos un susidio.
Tales mensajes ofrecen los siguientes rasgos:
a) El autor ha encontrado esta página a través de Google, se ha dado de alta y ha posteado un mensaje sin prestar la menor atención a lo que puede encontrar en estar web. El caso más ilustrativamente patético es el de un usuario que me pregunta como puede encontrar los tests justamente debajo de un enlace mediante el que basta hacer clic para encontrar los tests.
b) Los mensajes son cortos y ceñidos a una petición.
c) La brevedad de los mensajes realza el promedio de cinco faltas GRAVES de ortografía con que su autor embarnece el glamour de esta Santa Casa.
d) Pero lo mejor de lo mejor es que normalmente el peticionario o el desesperado que nesecitaba alluda hurgente (hay quien lo ha escrito así) no vuelve a dar señales de vida.
¿Son todos los mensajes que se cuelgan en nuestros Foros exactamente así? En absoluto Afortunadamente las circunstancias han querido que honren estas páginas hilos mayéstáticos como el de Auxiliar de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid y afortunadamente también la participación activa de ilustres colaboradores (Torreperogil, Interino,...) mantienen viva nuestra esperanza en el género humano. Aunque eso si hay que reconocer y desde luego preocuparse por el avance de la pandemia de una asnalización progresiva a la que nadie parece querer ponerle freno. Ni la Cospedales.