Con ocasión del aquelarre parlamentario vivido en el Congreso Argentino con ocasión del asunto de la nacionalización de IPF pude oir como un descamisado anónimo - no se si todavía se autodenominan así - espetaba a una diputada de la oposición MALDITA ESPAÑOLA. Y como semejante imprecación era coreada y aplaudida por una turba enfervorecida.
El mismo día en que esto sucede un Ayuntamiento catalán declara al Rey persona non grata porque lo considera heredero de Franco.
Quien siga la línea editorial de esta Santa Casa no ignora que dicha línea no discurre precisamente en paralelo ni a las multinacionales ni a la derecha reaccionaria que nos gobierna. Pero eso no significa que escurramos el bulto cuando las circunstancias imponen que se mande a tomar por culo a tanto progre de pacotilla que tolera sin sonrojo cuando no aplaude con entusiasmo que una fantasma de tres pares de cojones guarece su incapacidad política bajo la bandera del odio a España. A esa tía si que hay que declararla persona non grata en todos y cada uno de los Ayuntamientos de España. Y al Rey que lo dejen en paz que bastante tiene con los yernos. ¿O no?