Quizá con esto esté ocurriendo como pasa en las oposiciones a Secretarios Judiciales: como no hay dinero no se quieren dar las plazas. En este sentido la larga serie de fracasos eurotelevisivos no encontrarían su razón de ser en alianzas judeomasónicas de los países del Este si no en el oculto deseo de los poderes públicos de impedir a toda cosa que el Madrid de los Madriles fuera testigo de un evento cuyo coste aproximado es igual al de una visita de tres días del Papa.
En resumidas cuentas que la emoción con que esperabamos los votos de nuestros representantes - uan points, tu points, a mamarla points - era un vil paripé o siniestra pamplina porque aunque se iba en realidad se iba para no ganar. Un timo, vamos, como quizá sea y esté siendo lo de Secretarios Judiciales.